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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cine/Foro: Mononoke Hime - Viernes 24

Este viernes 24 de Setiembre desde las 5:30 pm, en la Biblioteka "Abre los Ojos" (ver mapa) , la pelicula: "Mononoke Hime" de Hayao Miyazaki es una película de animación japonesa, ambientada en el Japón medieval, se centra en la lucha entre los guardianes sobrenaturales de un bosque y los humanos que necesitan sus recursos, visto por el forastero Ashitaka. "Mononoke" no es un nombre, sino una descripción que puede ser traducida en este contexto como "espíritu vengador", haciendo el título de la película La Princesa de los Espíritus Vengadores.
Audio: Japones (subtitulada)
 

Título Original: Mononoke Hime (Princess Mononoke)
Director: Hayao Miyazaki País: Japón
Año: 1997 Duración:133 min.
Guión: Hayao Miyazaki Música: Joe Hisaishi
Reparto: Yôji Matsuda, Yuriko Ishida, Akihiro Miwa, Yûko Tanaka.
Productora: Studio Ghibli
Género: Animación. Fantástico. Aventuras | Película de culto
El mundo se muere, condenado por el odio y el furor de los sueños estériles que nacieron en él. Las luchas que oponen al hombre, la naturaleza y la sociedad, continuarán hundiéndoles en el lodo alimentado por sus ideales inaccesibles, sus batallas de titanes no conocerán un final feliz.

La Dama Eboshi, líder de la ciudad de Tatara Ba, recupera la dignidad de los parias. Ofrece a su pueblo de leprosos, prostitutas y esclavos, un trabajo decente, una vida honorable. Para subsistir vende armas al emperador, saqueando el bosque cercano para alimentar el fuego de su herrería. Por supuesto, los ancianos Dioses protegen el reino de la Dama Naturaleza, desencadenando océanos de rabia para aniquilar a los humanos. En cuanto a las tropas del imperio, conspiran para aumentar su poder, acariciando la vana esperanza de sustraer los secretos de las divinidades. Y, en el corazón del conflicto, Ashitaka el maldito y San, la princesa monstruo se aman. Pero deberán elegir un bando...

“La princesa Mononoke” es una película perfecta. Podríamos dejar esta crítica ahora mismo y no nos habríamos dejado ni un detalle, y eso es algo que no se puede decir de casi ninguna producción cinematográfica, ni siquiera hablando de los más grandes directores, porque, sin lugar a dudas, pocos han conseguido dominar la pantalla con la magistralidad de Miyazaki. Su magia, porque me resisto a llamarla de otra manera, es como un lazo que ata al espectador ante la imagen, le impide moverse y, en algunos momentos cumbre, incluso le impide respirar.

Los temas tratados en “La Princesa Mononoke” – la lucha de hombres y mujeres por vivir en armonía y en comunión con la tierra – son enteramente universales y atemporales, a la vez que completamente adultos. Desde el primer segundo de proyección, el relato que Miyazaki hace de la época Muromachi (1392-1573), combina con una sabiduría excepcional el análisis antropológico y etnográfico más rigurosos con una visión fantasiosa de la realidad, quizás herencia de ciertas películas de Kurosawa, en el centro de la cual se coloca al espectador, a la vez que se resuscitan leyendas y tradiciones japonesas que el cine actual parece haber olvidado.

Las imágenes resuscitan el Japón feudal de los samurais que sirven a ambiciosos amos, con su naturaleza aún virgen y sus animales sabios y poderosos, sus dioses aún vivos y sus odios ancestrales que desembocan en luchas salvajes, y lo hace con una estética afin a films como “Ran”, es una obra de animación colorista y compleja en la que parece que se quiera mostrar hasta el más ínfimo detalle y, a la vez, la grandiosidad de las acciones colectivas en grandes planos generales, jugando con la luz y con sus reflejos y brindando al espectador un maravilloso espectáculo visual y plástico con el que expresar la tragedia de la evolución, del cambio y, en resumen, de una humanidad demasiado poderosa y aniquiladora. Para ello, Miyazaki crea unas acuarelas de una belleza conmovedora y emocionante, y situa a los personajes en un entorno natural muy bien captadoen el que cobran vida de una manera que trasciende tanto los límites habituales de la animación como los de las películas de acción.

Gran admirador de John Ford, Miyazaki rinde tributo a esta leyenda norteamericana con su creación de la ciudad fronteriza de Tatara Ba o Ciudad de Hierro, que podría situarse en cualquier frontera, ya sea americana o japonesa. Una ciudad parecida a las de las películas clásicas, como “My darling Clementine” (“Pasión de los fuertes”). También ha poblado la ciudad de personajes salidos de grupos marginados y minorías oprimidas, algo que rara vez aparece en las películas japonesas, y los ha convertido en seres ansiosos, ambiciosos y duros, seres que encarnan las cualidades más valoradas en la vida fronteriza, aunque resulten devastadoras para la naturaleza.

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