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viernes, 20 de agosto de 2010

Cine/Foro: Akira - Viernes 27

Este viernes 27 de Agosto desde las 4:30 pm, en la Biblioteka "Abre los Ojos" (ver mapa) , la pelicula AKIRA de Katsumi Otomo, anime japones basado (en parte) del manga del mismo nombre. Pueden seleccionar como desean verlo (con subtitulos o doblaje español)
Los esperamos


 Director: Katsuhiro Otomo País: Japón / EE.UU.  
Año: 1988 Duración: 124 minutos
Guión: Katsuhiro Otomo, Izo Hashimoto y J. Michael Haller 
Producción: Ryohei Susuki y Shunko Kato 
Productor ejecutivo: Sawako Noma 
Música: Shoji Yamashiro Fotografía: Katsuji Misawa 
Jefe de animación: Takashi Nakamura 
Directores de animación: Yoshio Takeuchi e Hirokai Sato 
Director artístico: Toshihari Mizutami Montaje: Takeshi Seyama 
Diseño de producción: Kuzuo Ebisawa, Yuji Ikehata y Koji Ono 

El Japón distópico
sacado de Antaku


DISTOPIA: Utopía negativa donde la realidad transcurre en términos opuestos a los de una sociedad ideal, es decir, en una sociedad opresiva, totalitaria o indeseable. (De WIKIPEDIA, la enciclopedia libre) 
 
Cuando leí en mi infancia (parece ahora ya mucho tiempo de ello) el libro de "1984" del inglés George Orwell, me pareció leer el futuro de muchas sociedades humanas, esto es, regidas por un gobierno totalitario que no admitía ningún tipo de oposición, queja o intransigencia. Controlados por el régimen, los medios de comunicación son censurados y sólo cumplen la "noble" labor de entretener, proporcionando todo el material que el Estado les da. Subsidiado por los líderes de la nación, el Ejército se ha convertido en una terrorífica arma de represión y control. Die perfekte Gesellschaft.

La distopía, en la actualidad, no es algo muy alejado de nosotros. Hace unos días un japonés, junto con otros ciudadanos, fueron asesinados por tropas de Birmania en una manifestación en contra del gobierno (aquí la noticia). Las muestras de este cálido cariño gubernamental son varias: la matanza de Tlatelolco de México [1968], la represión en Sudamérica [1975], la masacre de la plaza de Tiananmen en China [1989], etc. Japón no ha sido la excepción.

Después del genocidio en Hiroshima y Nagasaki, Japón quedó devastado y su economía hecha talco, pero su espíritu no se minimizó (o hubiera implicado su desaparición como nación). Cierto: los japoneses tuvieron que comenzar desde cero para lograr reestablecer su orden y justicia social (como le conocemos en México). Los disturbios, marchas y protestas culpando al gobierno por la situación caótica del país aumentaron y lo obligaron a reestructurarse. Una situación de caos hizo temblar al Mikado, centro de gobierno imperial del Japón de la posguerra, y cuando por fin la sociedad civil realizó cambios estructurales para renovarse, Japón comenzó un exponencial ascenso. De ello, 62 años han pasado ya, y en ellos Japón se ha convertido en la segunda potencial mundial, líder en tecnología de punta y adelantos robóticos y mecánicos. Sin embargo, a los creadores de anime y manga, conscientes de este pasado distópico y orwelliano que vivieron mientras su país salía del abismo creado por la guerra, han hecho obras magnas de un Japón diferente: un Japón devastado, de posguerra, de lucha y conflicto, de renovación y esperanza. Hablemos de una de esas obras.
ANIMACION TOTALITARIA

AKIRA (アキラ), de Katsuhiro Otomo, es el mejor ejemplo de distopía en anime y manga. A lo largo de los años, el monumental manga de 2000 páginas dibujado totalmente a mano se ha convertido en una pieza fundamental del arte japonés de dibujo, y la película es sencillamente soberbia y muy bien realizada.
 
Situémonos en Japón después de la Tercera Guerra Mundial (sucedida en 1988). Nos encontramos en un Neo-Tokio del año 2019 totalmente caótico, donde la corrupción y el totalitarismo del Concejo Japonés han devastado la vida diaria de los habitantes. En este mundo de violencia, Kaneda (un motociclista) lidera un grupo de pandilleros. Tetsuo, su compañero de toda la vida, lo envidia y quiere ser el líder. Todo cambia cuando se encuentra con un extraño personaje el cual acelera su evolución y Tetsuo desarrolla poderes sobrenaturales. ¿Y quién está detrás de la investigación de ellos? El Gobierno.

Como el Big Brother de Orwell, el aparato gubernamental está atento de cualquier situación… y ejerce su totalitarismo sin la menor discreción. Las escenas de la represión gubernamental representadas son memorables (macanas, gases lacrimógenos, interrogatorios, ejército, detención, muerte) contra todos los grupos subversivos. La tensión generada por los intereses del Gobierno le hacen recrudecer sus ataques contra la oposición… y los errores los llevan a una cadena de favores de la cual la búsqueda de Akira, la energía perfecta, será lo único que posean en común Gobierno y sociedad: la última esperanza.

Hay que decir que su final no es muy positivista. Si lo analizamos a fondo, encontraremos que pocas de las manga (y menos anime) tienen finales felices. Sólo son finales adecuados. Y Akira no es la excepción, pero sí deja abierta la oportunidad de cambio, de renovación... Un mensaje de esperanza, tal cual le sucedió a Japón. La representación de situaciones de esta índole (posguerra, destrucción, caos, etc) es para los japoneses una expresión profunda y muestra de lo que les tocó vivir a ellos en carne viva, ya que muchas de las condiciones vividas después de los años de la Segunda Guerra Mundial fueron piezas clave en el desarrollo de anime y manga.

AKIRA, muy recomendable para un público analítico que encontrará muchos paralelismos con la actualidad. No hay que ir lejos para ya encontrarlos en nuestra vida diaria. “Big Brother” nos vigila, y no precisamente el programa malísimo de la Endemol.

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