
(La Proprietà non è più un furto) Elio Petri 1973 - Italia - 110min
Reflexión sobre el poder y las relaciones económicas de la sociedad capitalista .Preponderancia de una clase contra la que Petri afila sus dardos con ingenio.
Parábola socio-política que se mueve entre dos coordenadas la trayectoria vital de un fracasado, un joven empleado de banco y la de un poderoso comerciante que ha amasado una gran fortuna con escasos escrúpulos. Los personasojes son sobretodo depositarios de ideas Tanto su movimiento como su acción dialogal está al servicio de la intencionalidad demoledora de Petri. Reconozcamos que la operación ha sido realizada con ingenio.
En la primera parte —que es superiaor al resto— Petri justifica perfectamente la posterior evolución de los personajes y sus motivaciones. Los diálogos entre Total y su padre son sustanciosos. «Qué dinero tenemos en el Banco?» dice TotaL y su padre le contesta: «El que merecemos» «Acaso el dinero es un premio?» y cuando el padre le contesta que más o menos es así, Total le lleva a una conclusión sofística hasta curiosa. El padre defiende la honradez, y el tener en cuenta la propiedad privada como un pilar del orden, entonces si ellos no han merecido tener dinero será por haber incurrido en la desbonestidad.
Petri plantea una oposición de clases que personifican Tognazzi y Búcci. El modesto empleado de banca se despide de su empleo como protesta por la escasa función social de las instituciones financieras. «Los créditos deberían otorgarse a quien tiene necesidad de dinero.» «Mi padre y yo hemos trabajado durante décadas en este Banco, hemos tocado millones de liras con toda honradez; usted —le dice al director— debería ser garante del crédito que le pido.» Más tarde, el chico comienza una curiosa persecución contra el ser que encarna a sus enemigos: el carnicero : estafador y vicioso enriquecido con malas artes.
Poco a poco, los dos personajes van entrando en contacto, sus destinos se entremezclan El rico necesita al joven como coartada. Aparece un tercer elemento. Es el ladrón de oficio, el que justifica todo un aparato de Estado. Total no es más que un amateur, un ideólogo que sólo roba para destruir el símbolo dél poder económico. Su mirada observa un mundo de exploteción en todos los ámbitos.
«El amargo deseo de la propiedad» —mala traducción de «Lapropietá non é piu un furto»— resulta en algunos momentos excesivamente densa, llega a enmarañarse a fuerza de dar vueltas alrededor del tema, pero resulta en conjunto, oportunamente percuciente a pesar del tiempo transcurrido desde su estreno en Italia.
Parábola socio-política que se mueve entre dos coordenadas la trayectoria vital de un fracasado, un joven empleado de banco y la de un poderoso comerciante que ha amasado una gran fortuna con escasos escrúpulos. Los personasojes son sobretodo depositarios de ideas Tanto su movimiento como su acción dialogal está al servicio de la intencionalidad demoledora de Petri. Reconozcamos que la operación ha sido realizada con ingenio.
En la primera parte —que es superiaor al resto— Petri justifica perfectamente la posterior evolución de los personajes y sus motivaciones. Los diálogos entre Total y su padre son sustanciosos. «Qué dinero tenemos en el Banco?» dice TotaL y su padre le contesta: «El que merecemos» «Acaso el dinero es un premio?» y cuando el padre le contesta que más o menos es así, Total le lleva a una conclusión sofística hasta curiosa. El padre defiende la honradez, y el tener en cuenta la propiedad privada como un pilar del orden, entonces si ellos no han merecido tener dinero será por haber incurrido en la desbonestidad.
Petri plantea una oposición de clases que personifican Tognazzi y Búcci. El modesto empleado de banca se despide de su empleo como protesta por la escasa función social de las instituciones financieras. «Los créditos deberían otorgarse a quien tiene necesidad de dinero.» «Mi padre y yo hemos trabajado durante décadas en este Banco, hemos tocado millones de liras con toda honradez; usted —le dice al director— debería ser garante del crédito que le pido.» Más tarde, el chico comienza una curiosa persecución contra el ser que encarna a sus enemigos: el carnicero : estafador y vicioso enriquecido con malas artes.
Poco a poco, los dos personajes van entrando en contacto, sus destinos se entremezclan El rico necesita al joven como coartada. Aparece un tercer elemento. Es el ladrón de oficio, el que justifica todo un aparato de Estado. Total no es más que un amateur, un ideólogo que sólo roba para destruir el símbolo dél poder económico. Su mirada observa un mundo de exploteción en todos los ámbitos.
«El amargo deseo de la propiedad» —mala traducción de «Lapropietá non é piu un furto»— resulta en algunos momentos excesivamente densa, llega a enmarañarse a fuerza de dar vueltas alrededor del tema, pero resulta en conjunto, oportunamente percuciente a pesar del tiempo transcurrido desde su estreno en Italia.
Viernes 20: La Clase Obrera va al Paraiso
(La Classe Operaia Va in Paradiso) Elio Petri 1972 - Italia

La pelicula sigue el camino de Massa desd su tolerancia casi robótica frente a su régimen de trabajo hasta una angustiada rebelión; no es ni un dechado de revolucionario ni un zafio apolítico. La pelicula evita las exhortaciones revolucionarias, y se limita a sugerir cómo el trabajo rutinario puede paralizar tanto el cuerpo como la mente."
Viernes 13: Investigacion de un ciudadano libre de toda sospecha (Indagine su un cittadino al di sopra di ogni sospetto) Elio Petri 1970 - Italia

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